sábado, 17 de septiembre de 2011

Escenas de libros: El caballo de la discordia

Escena muy divertida del libro Siempre de Lyndsay Sands.
Reseña y descarga del libro






"Hay... un caballo en mi gran salón," Aric murmuró con descreimiento. 
"Yo sabía que olía algo raro," Sir Spencer murmuró con satisfacción,  
y luego fue en dirección a la mesas, seguido por Joseph. El  
obispo vaciló por un momento para mirar curiosamente no caballo, 
luego siguió a los otros dos hombres, actuando como si no hubiese 
nada extraño. 
"Hay un caballo en mi gran salón," Aric repitió bastante ofuscado. 
"Si, eso parece, " Gordon Burkhart concordó. Cruzando el recinto, él 
comenzó caminar lentamente alrededor del animal, viendo qué 
podía ver del caballo por debajo de toda la ropa. No había un 
centímetro de la piel del animal que estuviese descubierta. Ni siquiera 
se podía ver el color de la bestia. La única cosa visible era su cara, y 
también estaba media escondida. 
"Hay un caballo en mi gran salón." Aric estaba comenzando a sonar 
como un lunático.  
Ahora que el hecho había sido establecido, nadie mas le prestaba 
atención. Robert se unió a Lord Burkhart para examinar a la bestia y 
murmuró, "Crees que es macho o hembra?" 
"Bien... " Gordon vaciló "No se puedo decirlo por el vestido. Hay un 
vestido alrededor de una pierna. Pero hay una camisa aquí. Pero esos  
parecen ser pantalones. Y si no me equivoco es la gran capa de Aric 
la que está sobre su lomo." 
Las cejas de Robert se arquearon mientras observaba de más cerca la 
capa en cuestión. " Tienes razón. Esa es su capa." 
"Mi capa?" Aric gritó con alarma, avanzando para mirar la prenda en 
cuestión. Luego dijo, "Mi Dios! Es mi capa. Hay un caballo en mi  
gran salón vistiendo mi capa." 
"Entonces …" Robert reprimía la risa ante la angustia de su amigo  
"Esta usando vestidos y pantalones. Eso explica una cosa para mí. " 
 Lord Burkhart levantó una ceja. "Que está castrado?" él sugirió  
secamente. Robert sonrió. "No, y no estoy ansioso por descubrirlo." 
"Entonces qué te sugiere la ropa?" 
"Que esto es obra de lady Rosamunde." 
Cuando Lord Burkhart levantó 
sus cejas con sorpresa, Robert sonrió. "Ella es la única persona que 
conozco que usa tanto pantalones como vestidos." 
"No te creo¿Realmente?" Gordon preguntó con interés.  
"Hay un caballo en mi gran salón!" Aric rugió, atrayendo la atención 
de los dos hombres hacia su rostro furioso. 
"Si, Aric. Ya lo notamos, " su padre señaló. Algo que se parecía 
sospechosamente a la burla se asomaba en la cara del hombre. 
Aric abrió la boca para gritar un poco más, pero las palabras se 
trabaron en su garganta ante un sonido altamente sospechoso que 
salió del sector trasero del caballo.  
"Qué fue eso? " él estalló. 
"Nada, " Lord Burkhart murmuró, levantando una mano para cubrirse la 
nariz. "Sonó eh… eh… huele como si el pobre animal estuviese 
sufriendo de … flatulencias y cólicos." 
"Flatulencia..." cuando Aric repitió la palabra inexpresivamente, Robert 
escondió su risa con una tos y murmuró el término más vulgar. "Fue un 
pedo, Aric." 
"Un pedo? Un pedo!" Sus ojos se agrandaron con horror cuando el 
sonido y el olor se repitió por segunda vez. "Oh, mi Dios! él se está 
cagando en mi gran salón!" Sacudiendo frenéticamente una mano 
delante de su nariz, él fue hacia un lugar mas seguro y distante. 
"Eso era sin duda lo que olí cuando entré, " Sir Spencer gritó 
alegremente  desde la mesa, la cual estaba a una distancia segura. Sus palabras 
causaron un comentario apreciativo del obispo Shrewsbury. 
"Tienes un olfato muy bueno, caballero," el hombre elogió. " Yo  
no olí nada cuando entramos." 
"Gracias." Sir Spencer encogió los hombros y aceptó el elogio. 
"Cuando pierde la vista, los otros sentidos tienden a agudizarse en un 
intento de compensar." 
"Ese sombrero que usa caballo me parece bastante familiar, Aric," 
Robert  comentó, quitando su atención de la conversación en la mesa. " No es 
el nuevo que compraste en tu última viaje a Londres?" 
Aric miró de vuelta al caballo y repentinamente se paralizó, su boca 
articulando, pero ninguna palabra salió de ella. Su amigo tenía razón. 
Ese sombrero colgando de la cabeza del animal! Era su sombrero mas 
nuevo. - Aric todavía estaba parado y paralizado un momento más 
tarde  cuando Rosamunde bajó corriendo las escaleras abajo, su atención 
concentrada en las medias largas que traía en sus manos. 
"Aquí llegué. Estas deberían ayudarte a mantener los pies calientes. No 
tienen ningún agujero," ella gritó alegremente mientras alcanzaba la 
parte inferior de las escalera y cruzaba el salón en dirección al animal. 
"Ahora, sólo debemos conseguir metérselas en los pies. " Parándose al 
lado del animal, ella se agachó. El caballo levantó su pata 
inmediatamente, aparentemente dispuesto a cooperar, y fue 
entonces cuando Aric halló su voz, consiguiendo atraer la atención 
con un berrido. 
"Esposa!" 
Soltando la pata del caballo, Rosamunde abruptamente se enderezó, 
sus ojos se agrandaron con horros cuando vio a el grupo estando en la 
mesa. "Marido! Has retornado!" ella gritó con desánimo, luego se paró 
delante  del caballo como si pensase que podía esconder su grande tamaño 
detrás de su pequeño cuerpo.  
"Qué estás haciendo aquí?" 
"Qué estoy …" Aric comenzó a decir, luego cambió de idea, "Qué diablos está haciendo él aquí?" 
"Quién? " ella preguntó con ingenuidad mientras Aric comenzaba a 
atravesar el salón hacia ella.  
El animal ahora había colocado su cabeza sobre el hombro de ella 
como si intentase recordarle de su presencia y señalándole que él era 
el "él " en cuestión. 
"Esposa," Aric comenzó a decir nuevamente. 
Los hombros de ella se hundieron, Rosamunde suspiró, y luego movió 
nerviosamente e impacientemente su pie derecho. "No deberías 
haber vuelto tan temprano. No volviste hasta la hora de la cena ayer, 
y yo pensé que ibas a volver tarde nuevamente hoy. De otro modo lo 
hubiera hecho mover a otro lugar," ella reclamó, de alguna manera 
haciendo que eso sonase como si fuese culpa de él. 

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